domingo, 19 de octubre de 2008

Fuegos de artificio


A veces sentimos mariposas en el pecho. Cerca de la boca del estómago. Una lagartija en el pecho, escribía Lorca. Un leve cosquilleo por ciertas cosas. Una mirada. Una llamada. Una sonrisa. Una caricia. Y comienzan las dudas. ¿Será mi maginación? Y la respuesta es sí. Pero, ¿habrá algo más aparte de mi imaginación?

¿Podría haber algo más aparte de la cantidad de cosas que ya nos unen? Una pregunta más que difícil. Partamos de que nos unen muchas cosas. De que estamos a gusto juntos. De que muchas veces estamos de acuerdo sin pensar. A veces termino sus frases. Y viceversa. Tirar los trastos se puede llegar a convertir en tedioso. Para los dos. Claro que, hasta que alguien ponga las cartas sobre la mesa es lo único que tengo (y tiene).

Lo quiero como se quiere a los mejores amigos. Eso es seguro. Pero, ¿de verdad lo quiero en el sentido de tener la necesidad de estar juntos? Sólo el tiempo dirá si esto es una enajenación transitoria o no. Si los fuegos artificiales que ahora siento (no un leve aleteo de una mariposa) no cesan, seguro que no es transitorio.

Entonces se me ocurre pensar: ¿dónde está el límite para considerar algo 'transitorio'? Pero ésa es otra historia.

No hay comentarios: