jueves, 1 de noviembre de 2012

Creciendo

Esta tarde he tropezado con una película de 1985: Único testigo con Harrison Ford como protagonista. Pero quien ha llamado mi atención ha sido el niño protagonista, Samuel Lap. Luego he descubierto que fue encarnado por Lucas Haas (biografía). Incluso sale Viggo Mortensen. Aunque para esto hay que estar atento.


Como decía, Lucas Haas (filmografía) interpreta al niño (imagen a la izda), el único testigo. La primera vez que vi a este actor fue en Brick (imagen a la dcha.) cuya repercusión, salvando el Premio Especial del Jurado Sundance 2005 y haber concursado en Sitges en la sección oficial en 2006, creo que debiera haber sido mayor. Quien no la haya visto debe hacerlo por varias razones: guión, fotografía, actores. Aunque en esta cinta el protagonista es Joseph Gordon Levitt, que es más recordado por (500) Days of Summer o Inception, más recientemente. Donde también sale el que me ocupa, por cierto, aunque sólo al principio.


Pues bien, todos crecemos está claro. Pero pocas veces he sido tan consciente de la trayectoria de un actor como con Lucas Haas (imágenes). No es que tenga un físico muy llamativo, o haya hecho grandes papeles siempre. Pero parece que, desde 1983 con Testamento final, siempre haya estado ahí. Como en Mars Attacks en 1996. ¡Donde incluso era el héroe! Con ese aire despreocupado que le caracterizaba (imagen a la dcha). Bueno, un héroe con la ayuda de su abuela -en la ficción- Sylvia Sydney Ya conté ese episodio aquí.


Una película que he visto hace unas semanas y que merece la pena es Shanghai. Con otra actriz que también he visto crecer. Aunque he sido menos consciente. Se trata de Rinko Kikuchi. La conocí en Babel, luego más en Mapa de los sonidos de Tokio y hace un mes con John Cusack en la cinta ambientada en la ciudad china.

Lástima que aún no haya visto Last Days de Gus Van Sant o The Brothers Bloom, a cargo de la dirección de Rian Johnson (el mismo que Brick), Caperucita Roja o Contraband para seguir viendo a Lucas Haas. A lo mejor debo poner remedio. Si estas pelis merecen la pena lo haré. ¡Acabo de descubrir que es "un habitual" (según wikipedia) en la serie Touch! Mi hermana me había hablado sobre ella. A lo mejor hay que verla con este nuevo motivo.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Semana Grande de Santander

Qué mejor forma que terminar las fiestas de Santander (viernes 20 al domingo 29 de julio) que con guardia el domingo un concierto el sábado de los zaragozanos Amaral y los barceloneses Cyan, desconocidos para mí hasta leer el cartel semanas antes.

En el cartel del Amstel Música en Grande, en Santander en la campa de La Magdalena, figuraban muchos buenos artistas que animarían la capital de Cantabria desde el martes 24 de julio. Ese día, regma regalaba entradas por la compra de un helado, aunque también hubo quien compró la entrada por 11€; para ver a El Pescao, Miss Cafeína, The Monomes y La sonrisa de Julia. Además el 25, San Santiago, que fuera festivo, propiciaba ir.

El miércoles 25, el concierto solidario en beneficio de Unicef, subió a Ana Torroja al escenario por 6€. Y el jueves, no importaba que la entrada fuese de 36€: con Serrat y Sabina seguro que hubo lleno. El viernes por 21€ el público disfrutó de Melendi y Hombres G. Y por fin llegó mi ansiado sábado con Amaral y Cyan por 16€ (que fueron 18,30€ con gastos de gestión), en orden inverso.


Sólo había escuchado algunas canciones de Cyan la tarde del concierto. Leo que Javi Fernández, Gorka Dresbaj, Jordi Navarro, Sebastian Limongi y Antonio Lara funcionan como grupo desde 2006 y que tras compartir otros proyectos musicales y ver que tenían la misma visión de la música comenzaron a componer. El año pasado publicaron su segundo disco: Historias para no romperse y llevan de gira desde entonces. .Me recuerdan otros artistas que me gustan mucho. No daré nombres, pero seguro que pensáis en ...et...st... M.....la al escuchar algunas canciones como la siguiente, Turistas heridos:



Cyan nos deleitó durante una hora aproximadamente con un buen directo del disco Historias para no romperse. Y sus agradecimientos se veían sinceros. En especial el de soportar la ligera llovizna que empañó el concierto durante una media hora. Dijo: "como se nota que sois del norte, en Barcelona se habrían ido". Aunque, como dijo una amiga mía: "¿y Barcelona no es el norte?"

A pesar del molesto orbayu, disfrutamos y, aunque no hubo consenso cuando preguntó si queríamos otra, creo que se oyó más el sí. Aunque el bis suela estar asegurado. Y fueron dos: una suya y una de Quique González, Salitre, que sonó muy bien. Os dejo otra que me gustó mucho: Las cenizas del verano:



Tanto Eva Amaral como Juan despertaron mucho entusiasmo. El diario montañés habla de 8.000 asistentes. Es posible. No los conté. Lo que es seguro es que al principio por detrás de nosotros (pero no por nosotros), cuando iba a empezar el concierto muchas voces gritaron: "ese paraguas, lo vamos a cerrar". Y luego desde cualquier sitio en cualquier momento se oía "Eva, Eva" o "Juan, Juan" alternativamente.

Comenzaron directamente Hacia lo salvaje. E inmediatamente después Eva dijo que interpretarían el último disco e irían jalonando algunos viejos grandes temas. Estos fueron: Cómo hablar del álbum Una pequeña parte del mundo (2000), Moriría por vos, Sin ti no soy nada, En solo un segundo y Estrella de mar del álbum de igual nombre (2002), de Pájaros en la cabeza (2005) nos trajeron El universo sobre mí, Resurrección y Revolución, que ahora recuerde. Y del penúltimo disco, Gato Negro Dragón Rojo (2008); Las puertas del infierno, Kamikaze y puede que alguna más. Aunque me quedo con Kamikaze, una de mis favoritas:



La voz de Eva es prodigiosa. Increíble. He ido a otros conciertos del grupo y puedo decir que siempre ha estado en plena forma. Es como escuchar el disco. Además, tienen mucha fuerza tocando. Incluso cantó Juan Aguirre, alias el gorricas, acompañado de su guitarra y otra guitarra más.

En dos horas hubo tiempo para dedicar la canción Olvido a la memoria de su madre. Ignoraba que esta canción guardase tantos sentimientos:


También lo hubo para emocionarse. O eso pareció cuando nos dio las gracias por nuestra entrega y entusiasmo. Motivo de esto fue que nos propusiera hacer los coros de Van como Locos, que con la ayuda de los técnicos de luces, que indicaban cuándo, resultó fácil para todos sin apenas ensayo.

Del último disco, casi como cierre del concierto, interpretaron un bonito y sentido tema: Cuando suba la marea:

jueves, 17 de mayo de 2012

Gracias Donna Summer


Porque nunca le hice un homenaje y esto es lo menos que se merece una grande como Donna Summer.

Aunque es un homenaje vestido de parecido razonable y de como aquello que funcionó una vez puede volver a hacer vibrar un estadio lleno. Y digo estadio, pero es extensible a cine, biblioteca. Lo que importa, en este caso, es algo pegadizo. Con película o libro ya exigimos algo más de guión. Pero ésa, que diría Michael Ende, es otra historia. Aunque hay canciones con mucha letra también y muy buena.

Uhhh... It's so good, it's so good, it's so good, it's so good, i'ts sooo good...

Lo triste es que haya conocido esta canción, I feel love, el día de su muerte. A veces una pérdida nos descubre lo que teníamos. Al menos he dado con ella. Con la canción. Con Donna no hacen falta presentaciones.

Pero me escuece un poco haber conocido tras cantar muchas veces otra de Madonnna, Future Lovers (I feel love) que, por así decirlo, empleó su base. Está bien, Madonna lleva el espectáculo más allá y este vídeo me encanta. Pero, ¿qué fue de la originalidad? Aquí dejo el de Madge también:


Hay que esperar casi a los seis minutos para notar claro su homenaje a Donna Summer. Aunque también se nota a lo largo de la canción, no es tan claro. Pero merecen la pena todos los minutos. Por supuesto.

Saludos musicales.

miércoles, 11 de abril de 2012

Sé infiel y no mires con quién

Por segunda vez me lleva una amiga a ver un espectáculo. Una historia también ya contada otras veces como la de El lago de los cisnes y también de distintas formas. Pero en este caso es otra amiga y se trata del teatro Apolo en Madrid.

La adaptación teatral de la obra de Ray Cooney y John Chapman que he visto de Sé infiel y no mires con quién me ha gustado. Diría que, en general, tiene un notable alto.

Casi que en cuanto dijeron cuatro palabras algunos personajes me encantaron, sobre todo el encarnado por Yolanda Arestegui (Diana) así como el de Yolanda Gómez (Adela Sánchez). Pero el trío masculino protagonista tampoco se queda atrás: Jesús Cisneros como Félix (el marido de Diana), Antonio Vico como Carlos Quintana (el socio de Félix) y Aitor Legardón como Oscar (un decorador muy in que contrata Diana).

Mi amiga opina que tardaba en arrancar. Pero yo creo que no: es necesaria, primero, una presentación de los personajes y sus problemas, para enredarlos entonces y resolverlos después. Y así fue. Pudiera parecer simple, pero resulta complejo tener claro cuándo entra uno y sale el otro y no pisarse o pillar en escena a alguien cuando no debes. Parafraseando a la Mommina de Pirandello diré que quizá las entradas, a fuerza de ensayar...

Está claro que la obra es así: ágil, con ritmo y su punto de gracia, sin ser un humor redundante ni poco inteligente. Pero hace falta que los actores expresen con naturalidad, después de hacerlo miles de veces, unos enredos que a veces ni ellos parecen entender cómo han llegado a producirse.

Pilar Massa, la directora, dice en el programa que no se han quedado con las ganas de reponer esta delirante, frenética y divertidísima comedia. Tampoco lo hagan ustedes.


Y ahora, al margen de la obra, un apunte: ¡vendían palomitas! Pero, ¿cuándo se han visto palomitas en el teatro? Será que soy un poco clásico en ese aspecto, pero entrar a un teatro y oler a palomitas no me gustó nada de nada. Que conste que yo compro lacasitos cuando voy al cine. Pero no huelen ni molesto (creo). Menos mal que los que tenía alrededor no habían comprado cotufas (como dicen en Venezuela), ¡qué alivio!


Saludos de un teatrero chocolatero.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Russian State Ballet "Pushkin" - El lago de los cisnes

Hoy he visto El lago de los cisnes en el Teatro Jovellanos de Gijón. Pinchad en el título para ver cómo venía en la programación del citado teatro. Me ha gustado mucho. Sobre todo los bailarines.



Pero ha habido cosas que hicieron que en ciertos momentos me dijera "¡pero esto qué es!" al estilo de Matías Prats. Que conste que no soy un experto en ballet ni mucho menos. De hecho, era la primera vez que veía algo de ballet.

Pero que de repente la música suene como si estuviesen estirando la cinta del casette (lo siento si habéis nacido hace poco y desconocéis esto, pero así sonaba) y que se pare en ese momento ha logrado que aplaudiese al bailarín en escena por haber seguido como si nada. Cuando tengo entendido que en un teatro, sea lo que sea lo que se escenifique, no se aplaude hasta que se cierra el telón. Entre un acto y otro o al final o, si acaso, al apagar las luces aunque el telón quede abierto.

El público, en general, aplaudía cada escena, cada baile. Me parece pesado para los demás y para los bailarines, que se ven obligados a acabar la escena y a saludar. Y eso una y otra vez. Es como si, en una obra de teatro, cada vez que saliese alguien a escena o entrase alguien, por cambiar la situación, aplaudieran y tuvieras que saludar. Imaginaos.

Pero otro pequeño fallo de la compañía (pues supongo que tienen a su gente para todo) fue manejando las luces. ¡Huy! Que hemos encendido otra que no era, ah pues apaga y enciende la que es. Pero, ¿no será mejor hacerlo al revés y no dejar al bailarín en la penumbra? Eso pasó una sola vez. Lo que sucedió tres o cuatro fue que no seguían a los bailarines con los focos. Quiero decir, entiendo que es difícil saber si va a ir más rápido o más despacio el bailarín y seguirle, pero hacer otro trayecto sí me parece grave.

Sin embargo, la sensación es buena y resulta agradable a la vista y al oído (¿qué puedo decir de Tchaikovsky aparte de esto http://bit.ly/GL4O2y ?). Uno debe saber de qué va para enterarse bien de la historia (ved aquí: http://bit.ly/GIANCb) y, no obstante, es que ¡de verdad parecen cisnes bailando!

Imagen de http://www.danzaballet.com de este momento:

lunes, 19 de marzo de 2012

Creando

El siguiente texto nació a raíz de una entrada de http://veleidadesgratis.wordpress.com pero asumo toda la responsabilidad:

Al final todo se hace simplemente mierda.
Puede sonar forzado. Pero así será, fue y es. Ahora mismo. Mire donde mire, no veo más que mierda. Después de todo lo que he luchado y todo lo que he tenido que soportar. Todo se va al traste. Incluso en quienes pensabas que podías confiar acaban buscando el momento en que puedan jugártela.

O hacerte creer que te la han jugado. Si ya sabías desde hacía años con quién estabas viendo las noticias. Cuando baja la marea aparecen cosas. En general pequeñas piedras de las que ignorábamos su existencia. O con las que esperábamos no tropezar. Aunque supiéramos que estaban ahí. Tal vez su borde sea cortante. Y esto puede que no lo sepamos hasta que nos hacen perder el equilibrio por hundirse en nuestra carne. Las piedras digo.

Experiencia, lo llaman. Tal vez más bien vivencias. Si quisiera experiencias vería películas, leería libros, viajaría. Pero ni mucho menos buscaría conflictos con los que me rodean ni vendería por un plato de lentejas a mis, en teoría, amigos. Porque eso es lo que hacen algunas. No las ves venir. Crees que esa playa no guarda secretos para ti: ¡llevas años yendo! ¿qué puede pasar? Cuando, un buen día, sin venir a cuento (o contándote uno) sientes su punzada.

Perdonar. Parece fácil. Hay quien dice eso de: "yo perdono pero no olvido". No sé muy bien de qué sirve, la verdad. ¿De qué sirve "Remitir la deuda, ofensa, falta, delito u otra cosa" (es decir, 'perdonar') si no lo olvidamos? En mi caso, algunas, digamos, afrentas, se me han olvidado. Supongo que no les di importancia. Es decir, supongo que perdoné. Y tan amigos.

Pero hay otras que no he olvidado. Otras que, por suerte o por desgracia, recuerdo. Creo que por suerte para mí, para que no me la vuelvan a jugar. Y por desgracia para aquellas personas que me la jugaron o lo intentaron. Por aquellas puñaladas por la espalda cuando todo eran sonrisas y colegueo. Sobre todo me acuerdo, y va a hacer ya dos años, de la que me hace decir que al final todo se hace simplemente mierda.

lunes, 5 de marzo de 2012

Desayuna bien, que importa

Importa. Y mucho. Nunca he soportado escuchar "a mí es que por la mañana no me entra nada". ¡¡Pero si desde la noche no ingieres nada y tu cuerpo necesita energía para empezar el día!! En serio, no puedo con quien lo dice. Siento si te has sentido identificado.

Aquí os dejo una noticia de El Médico Interactivo al respecto:

Un desayuno completo que incluya azúcares ayuda a perder peso
(25-27/02/2012) - E.P. La ingesta de dulce por las mañanas es recomendable puesto que el metabolismo esta más activo y quemará calorías a lo largo de todo el día
Un desayuno completo con algo de dulce contribuye a perder peso y a reducir la ansiedad a lo largo del día por ingerir este tipo de azúcares, según un estudio recogido en la publicación Steroids, realizado por investigadores de la Universidad de Tel Aviv (Israel).

En concreto, los investigadores observaron que las personas que ingerían un desayuno de 600 calorías que incluyese dulce, carbohidratos y proteínas, bajaban más de peso. Además, dedujeron que la ingesta de dulce por las mañanas era recomendable, puesto que existe una mayor actividad metabólica. De lo contrario, los investigadores advirtieron de que la persona podría sufrir una adición psicológica a este tipo de alimentos a lo largo del tiempo.

Para realizar el estudio, los investigadores observaron a 193 adultos que padecían obesidad pero no diabetes, que fueron divididos en dos grupos en los que los hombres consumían 1600 calorías diarias y las mujeres, 1.400. Sin embargo, en el primer grupo se consumió 300 calorías en el desayuno y menos carbohidratos y, en el segundo, 600 calorías y más carbohidratos.

En la primera mitad del estudio, los participantes de ambos grupos habían perdido una media de 15 kilos. Sin embargo, en la segunda mitad, los que consumieron menos carbohidratos ganaron una media de 10 kilos y los del otro grupo perdieron cerca de 9. Después de 32 semanas, los que consumieron 600 calorías en el desayuno perdieron 18 kilos más que sus compañeros.

Asimismo, los participantes del grupo de la dieta de menos carbohidratos se sentían que no estaban del todo saciados y veían crecer sus ansias por ingerir azucares y carbohidratos, todo lo contrario que los del otro grupo.

Los investigadores quieren ahora realizar más estudios para comprobar si la hora en la que se come y la composición de la dieta están relacionados a la hora de perder peso o si, simplemente, es una cuestión del número de calorías ingeridas.

En general, el desayuno proporciona energía, ayuda al cerebro a funcionar y pone en marcha el metabolismo. Además, la ghrelina, hormona que estimula el cerebro provocando el aumento del apetito, aumenta más en otras comidas que en el desayuno.




Y no es que lo importante sea adelgazar, si no que el cuerpo humano está preparado para disfrutar, sí, sí, disfrutar, de una dieta con un 50-60% de hidratos de carbono (carbohidratos, glúcidos o azúcares). Entre ellos: pan, cereales, arroz, pasta. Pero también en legumbres, leches, verduras, leche y sus derivados. Es decir, que la mitad de la nuestra dieta debiera incluirlos.

Por supuesto, no digo que no debamos comer otra cosa. Queda un 50-40% a repartir entre grasas y proteínas. Mejor si ingerimos más de las segundas. Pero tanto las dietas que incorporan porteínas en exceso como aquellas que las restringen no funcionan y someten nuestro organismo a un estrés que acaba llevando a problemas de diversa índole.

lunes, 6 de febrero de 2012

Superstición

Se me rompió un espejo. En mayo de 2004. Lo guardaba hasta hace unos días. No soy supersticioso, era como un recuerdo. Tal vez lo guardase como amuleto, quién sabe, el subconsciente muchas veces nos sorprende. Tras el Examen MIR tocó mudarse otra vez y liberarse de algunos pesos.

Hagamos cuentas. Aunque, primero en el armario, luego en una estantería y finalmente en un cajón; ese espejo roto me acompañó 7 años y 8 meses. Suspendí el último examen de carrera el 31 de mayo de 2011 y fui a julio. Quizás fuera ésa la última mala suerte que produjo. Pero como no hay mal que por bien no venga, la positivo de ir a julio fue empezar con ganas en la academia preparando el examen y estar muy alto de ánimos. Aunque algún compañero me advirtió de que ya me cansaría y tuve mis días flojos, en general creo que lo llevé bien.

Les conté a mis padres la Historia del espejo. Estuvimos de acuerdo en que debía tirarlo. Yo dije que debía haberlo roto en mayo del año pasado y, a lo mejor así, librarme ya de toda la mala suerte posible. Es broma. Como decía Ariel Rot en Colgado de la luna: Que pase lo que tenga que pasar, la sangre llega al río, pero el río lleva al mar.

En realidad, me gusta el reto de las supersticiones. He viajado en martes 13, pasado por debajo de escaleras de madera, no he tirado sal por encima de mi hombro izquierdo si he derramado algo, ... En cambio, debo reconocer que, en pos de la buena suerte, he tocado madera.

Por cierto, me niego a pensar que haya tenido 7 años de infortunios en mi vida universitaria. Los buenos momentos suman mucho más que los malos.


Imagen de aquel miércoles 14 de febrero de 2007 en Clermont-Ferrand.

domingo, 1 de enero de 2012

Dos Mir Doce

No ha sido idea mía ese juego de palabras, antes de que me riáis la gracia. Lo he visto en twitter. Esa red a la que me uní en 2011 y donde sólo leo titulares últimamente, pues el poco tiempo libre que uno tiene prefiere pasarlo con los amigos y la familia, sobre todo a falta de cuatro semanas del llamado examen MIR.

Sé que me he desvinculado (por no decir casi olvidado) del montón de blogs que en teoría sigo. Pero es que, insisto, desde julio mis prioridades, incluida ver la actualidad política en twitter, hacen que haya perdido ocasión de ver lo que escribís. Espero que os haya ido bien (ponerse al día es misión imposible) y que os vaya mejor este año y tengáis ganas e ilusión para superar los obstáculos que hayan aparecido en 2011 o lo que se os ponga por delante.

Mi calendario de 2012, por ahora, tiene 28 días. Y ya ha pasado el primero. Tengo un único objetivo: el examen para acceder a una plaza de médico interno residente, llamado examen MIR. Y, después, casi todo está en el aire.

Digo casi porque tengo claras algunas opciones de especialidad y unos viajes que quiero hacer. Hasta que trabaje -cómo suena esto-, indagaré acerca de esas opciones y me reencontraré con amigos en diversos lugares.

Habrá novedades, un saludo.