Una vez conocí gente. Personas. Luego conocí mejor a algunos. Y no hace aún ni 24 horas que escribo esto en papel que una cerveza, un japonés y unos volcanes hicieron que les conociera mucho mejor. Y ellos a mí.
Estar cómodo es básico para repetir. Repetir en el sentido de volver a encontrarse con alguien. Y ponerse al día disfrutando de anécdotas pasadas juntos o incorporando novedades y opiniones de su vida más reciente.
Sentirse cerca de alguien puede ocurrir a un tren, un transbordo de metro, un avión y un autobús de distancia. Pero está claro que el vis a vis es muy sano. "Y tanto", añadiría ahora la última amiga a la que he visitado.
Mira que irse cada amiga casi que a cada punta... Aunque he de reconocer que yo me planteé el extranjero como próximo destino laboral. Pero cercanos sucesos familiares hicieron que me lo replanteara y que ahora maneje menos de un puñado de opciones. Y casi todas en el centro peninsular.
Me estoy yendo de lo que a estas líneas me trajo y es que nada como:
1. el reencuentro con los amigos,
2. conocer a sus nuevos amigos así como más a los conocidos,
3. crear nuevas anécdotas de la convivencia de grupos variados (aunque sólo fuera durante un cerveza-japonés-volcán)
4. y, por supuesto, y como he dicho otras veces, que ellos te cuenten su día a día y te enseñen los sitios que les gustan, crêpes y restaurantes cercanos a las casas de amigos de amigos incluidos.
Unas notas para el recuerdo y el (siguiente) reencuentro:
...Poso els peus a terra, vui caminar,
necessito despertar en un dia radiant...
Letra: http://bit.ly/ifGTwI
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