domingo, 14 de diciembre de 2008

Amigo invisible

Me repatea. Esa es la palabra. O inservible, que dijo un amigo. Con toda mi buena intención organizo un amigo in visible para que al final uno se quede sin regalo. No me lo explico.

De acuerdo, la primera equivocación fue mía al perder un par de papeles con los nombres de dos participantes. Pero lo volví a hacer. Comprobé los nombres. Conté y reconté. Y todos volvieron a recibir otro papel con otro nombre (o el mismo en contados casos). Incluso escribí el nombre en otro color y dije que sólo servían los papeles con el nombre en ese color. No fue suficiente.

No sé si alguien recibió dos regalos. Lo que significaría que alguien estaba regalando al que le tocó la primera vez. O puede que se le olvidara. Ni idea. Y creo que nunca lo sabremos. El único consuelo es que al que le haya pasado (regalar al que no le tocaba o, directamente, no regalar) ahora se estará muriendo de vergüenza aunque nadie sepa quién es. Por lo menos yo me estaría muriendo de vergüenza.

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