domingo, 2 de marzo de 2008

Ambigüedad

Ambiguo, gua. (Del lat. ambigŭus).
1. adj. Dicho especialmente del lenguaje: Que puede entenderse de varios modos o admitir distintas interpretaciones y dar, por consiguiente, motivo a dudas, incertidumbre o confusión.
2. adj. Dicho de una persona: Que, con sus palabras o comportamiento, vela o no define claramente sus actitudes u opiniones.
3. adj. Incierto, dudoso.

Anteanoche me dijeron, más o menos, que la imagen que se ve de mí es de cierta ambigüedad. Que no saben si me acerco como amigo o queriendo algo más. Por lo visto, genero cierta indecisión o, digamos, inseguridad, puesto que parece ser que no dejo claro lo que quiero.

Y yo me pregunto, ¿acaso sé lo que quiero? Y, si sé lo que quiero (que son muchas veces pero no todas), ¿no puede ser indecisión por mi parte en cuanto a la respuesta que puedan darme? ¿No puede ser que no sepa cómo abordar determinadas situaciones aunque sepa lo que quiero?

Somos humanos y, por eso, razonamos. Personalmente, a veces creo que demasiado. De hecho, aquí estoy, reflexionando y escribiendo. Alguna vez, en cambio, me han tachado de ‘lanzado’, pero creo que han sido las menos. Otro historia es si de verdad se me puede decir ‘lanzado’ por dejar las cosas claras. ¿Dónde está el término medio?

Podemos estar seguros de muchas cosas. Por ejemplo, de lo que desayunaremos, de si nos gustó una película, de si nos sienta bien este o aquel abrigo. Pero hay cosas que no dependen de nosotros únicamente.

Se pueden dejar caer algunas cosas como que ‘estamos libres’. Pero llega un momento en que hay que incidir o decirle a la otra persona que ‘qué buenos amigos somos’. Imaginemos, por un segundo (esto de ser 70% optimista...), que la otra persona era aún más indecisa que nosotros y simplemente ha sonreído ante la decena de cosas dichas a lo largo de varios encuentros.

Este puede ser el principio de una hermosa amistad. La próxima vez (y esto parece un propósito del nuevo año) tendré claro lo que quiero y lucharé por ello, aunque pierda la dignidad, si la tengo.

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