Albert Boadella, Arturo Fernández y Don Juan Tenorio en una misma frase. No hubiese sido tan fácil de no ser por la admiración del actor y dramaturgo catalán por el actor asturiano y tampoco sin la obra del primero, basada en una adaptación de Eduardo Galán del Don Juan Tenorio de José Zorrilla (youtube).
Y la admiración no es para menos pues a este gijonés, nacido como yo un 21 de febrero, pero de 1929 (les ahorro la cuenta: tiene ya 85 años); le siguen sentando bien los trajes y la memoria no le falla.
Por Don Juan no pasan los años. Pero la directora de escena, Angie, encarnada por una estupenda Mona Martinez, pretende reducir a sus instintos más primitivos el arquetipo machista y conquistador que es, pues Don Juan llega a apostar cuán rápido es en conquistar a una novicia, Doña Inés, e incluso a conquistar a la prometida de su rival contabilizando hazañas, Don Luis Mejía.
Para ello Angie realiza una serie de ejercicios que al actor veterano, Don Fernando-Arturo (que interpreta al Comendador Don Gonzalo, padre de Doña Inés) le resultan más propios de otros escenarios que del teatro. Así que los duelos Arturo-Angie, uno a favor de recitar el verso, otra de desnudar el verso y dejarlo en movimientos y hechos, serán constantes.
Desde
que el autor siciliano Luigi Pirandello (1867-1936) y Premio Nobel en 1934
propusiese el metateatro (el teatro dentro del teatro) no pocos le han seguido, aunque al principio resultaba tan
novedoso que debía explicar su planteamiento. Él mismo clasificó tres de
sus obras como “edición definitiva del
teatro pirandelliano”: Seis personajes en busca de autor, Cada cual a su manera y Esta noche se improvisa (la cual una vez representé con el
grupo de teatro del Colegio Mayor). En
todas ellas, directores, técnicos y actores pasan a ser personajes dentro de la
obra que ensayan, como es el caso también de Ensayando a Don Juan.
Así pues también me recuerda a La función por hacer, ganadora absoluta de los Premios Max de teatro de 2011, y que, basándose en Seis personajes en busca de un autor, nos contaba una historia diferente.
Sería quedarse corto si en el análisis de Ensayando
a Don Juan nos quedamos solamente con esos tres temas: el machismo
de Don Juan, el metateatro y los movimientos de vanguardia del teatro que
buscan vaciarlo de movimientos vacíos y arcaicos. También se menciona la
televisión, la homosexualidad, la experiencia como fruto de la vida y la
juventud. Incluso Don Fernando-Arturo da su opinión acerca del final del Don
Juan Tenorio que todos conocemos.
La
juventud/impulsividad versus senectud/experiencia se representa con los
diálogos entre los personajes de Don Fernando-Arturo Fernández
y Cristian(el actor que hace de Don Juan)-David Boceta, que resulta muy creíble y versátil pues puede ser
tan primitivo como Angie quiere pero también recitar tanto como a Don Fernando
le gustaría.
Pero
esa pareja no es nadie sin Sara
Moraleda, una dulce Blanca-Doña Inés (que para esta versión debe
ser menos monja que nunca); un genial Janfri Topera como el tramoyista Manolo (que lo mismo les da
el pie que les pone música); y Jesús
Teyssiere (como un afeminado Miguel-Don Luis Mejía).
Hemos
podido verla en Santander en el Palacio de los Festivales anteayer viernes y
ayer sábado a las 20:30 en una única sesión de 2h sin descanso. Si tenéis
oportunidad de verla no la pierdas. Me ha gustado: creo que merece la pena. Es
divertida y fresca. Y Arturo no dice chatín en ningún momento. Un acierto.
Saludos
teatreros.
1 comentario:
Me encanta! Es muy bonito.
Te pasas por mi blog? http://blog-cosas-de-chicas.blogspot.com
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